$5 alimenta a 10 personas

Todos tenemos hambre de algo en esta vida. Desafortunadamente, para muchos es comida Misiones Trinitarias alimentan a personas de todas las edades en comunidades que no pueden alimentarse. Su donativo hoy le dará comida a alguien mañana.

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$5 alimenta a 10 personas

Todos tenemos hambre de algo en esta vida. Desafortunadamente, para muchos es comida Misiones Trinitarias alimentan a personas de todas las edades en comunidades que no pueden alimentarse. Su donativo hoy le dará comida a alguien mañana.

El hambre es un problema global

Hoy, 25,000 personas en el mundo morirán de hambre. Millones dormirán sin haber comido. La pobreza y el abandono impactan muchas áreas de nuestro planeta mientras nosotros damos por sentado la comida en nuestras mesas.

El hambre es un problema grande y muy amplio; puede parecer imposible de atacar. Pero, una comida a la vez, podemos salvar vidas y dar esperanza. Este es nuestro enfoque como Siervos Misioneros de la Santísima Trinidad. Proveemos asistencia alimentaria en muchas de nuestras 37 misiones en seis países diferentes, entregando comida a los hambrientos, mientras también llevamos alimentos espirituales y emocionales a aquellos que han sido olvidados.

Si usted es apasionado de la lucha contra el hambre, invitamos a hacerse socio con nosotros y ayudarnos a ayudar a más personas.

Cómo combatimos el hambre

Como misioneros católicos, buscamos preservar la fe entre los espiritualmente abandonados. Pero hemos descubierto que antes de que una persona pueda abrirse al Evangelio, tenemos que primero atender sus necesidades más básicas: agua, vivienda, ropa y comida.



Por esta razón, en casi todas nuestras 37 misiones, manejamos una alacena, un comedor comunitario, un servicio de entrega de alimentos u otra clase de ministerio de ayuda alimentaria. En muchos casos, así comienza nuestra relación con las personas que servimos: ayudándoles a atender sus necesidades más básicas. Y el número de personas que necesitan este tipo de ayuda crece cada año
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Cómo combatimos el hambre

Como misioneros católicos, buscamos preservar la fe entre los espiritualmente abandonados. Pero hemos descubierto que antes de que una persona pueda abrirse al Evangelio, tenemos que primero atender sus necesidades más básicas: agua, vivienda, ropa y comida.


Por esta razón, en casi todas nuestras 37 misiones, manejamos una alacena, un comedor comunitario, un servicio de entrega de alimentos u otra clase de ministerio de ayuda alimentaria. En muchos casos, así comienza nuestra relación con las personas que servimos: ayudándoles a atender sus necesidades más básicas. Y el número de personas que necesitan este tipo de ayuda crece cada año.

Cómo puede ayudar

Necesitamos donantes generosos que nos ayuden a alimentar MILES de familias hambrientas aquí en Estados Unidos y en otros países. Puede ayudar de esta manera:

• $50 alimentará a 100 personas

$75 alimentará a 150 personas
$100 alimentará a 200 personas
$250 alimentará a 500 personas
$500 alimentará a 1,000 personas

Por favor, hágase socio con nosotros para que juntos podamos enfrentar al hambre. Juntos podemos salvar vidas. Juntos podemos compartir el Evangelio con aquellos que más lo necesitan.

Cómo puede ayudar

Necesitamos donantes generosos que nos ayuden a alimentar MILES de familias hambrientas aquí en Estados Unidos y en otros países. Puede ayudar de esta manera:

• $50 alimentará a 100 personas

• $75 alimentará a 150 personas

• $100 alimentará a 200 personas

• $250 alimentará a 500 personas

• $500 alimentará a 1,000 personas

Por favor, hágase socio con nosotros para que juntos podamos enfrentar al hambre. Juntos podemos salvar vidas. Juntos podemos compartir el Evangelio con aquellos que más lo necesitan.

Aquí hay algunas de las misiones que su donativo apoyará:

Hambriento en Honduras

¿Sabía usted que aproximadamente un 63% de la población de Honduras vive en la pobreza absoluta? En casi la mitad de esta zona es común la desnutrición.

Para los hombres y mujeres cerca de nuestra misión en Comayaguela, Honduras, el acceso a alimentos y agua es muy escaso. El padre César y otros Siervos Misioneros en Comayaguela llevan comida a las aldeas cercanas, proveyendo comidas calientes para cientos de hombres, mujeres y niños.

Ayude a apoyar este ministerio y permita que el padre César y nuestros sacerdotes y Hermanos puedan servir a más familias hambrientas.


Migrantes en Mecca

Trabajadores migrantes y sus familias inmigran desde México y Centroamérica a Mecca y Coachella, California buscando trabajo de temporada. Estas familias dependen de su fe para enfrentar los retos de dejar atrás su patria en búsqueda de una mejor vida. Saben que Dios está con ellos pero a muchos les faltan las necesidades básicas de la vida diaria. Sacerdotes y Hermanos de los Siervos Misioneros, como el padre Francisco, manejan una alacena en la misión de Nuestra Señora de Guadalupe en Mecca, sirviendo así a cientos de familias con comestibles cada semana.

Ayude al padre Francisco y sus compañeros sacerdotes y Hermanos servir a más familias migrantes.


Alimentos para las personas confinadas en sus casas en Chicago

No tiene que salir del país para experimentar comunidades impactadas por el hambre. Considere las personas confinadas a sus hogares, los ancianos y los discapacitados que visitan la Alacena Saint James en Chicago. Estos hombres y mujeres dependen del padre John y los otros Siervos Misioneros que manejan esta alacena para conseguir sus necesidades básicas.

Apoye este ministerio con un donativo y permita que el padre John y sus compañeros sacerdotes y Hermanos puedan servir a más personas confinadas en sus hogares, los ancianos y los discapacitados en los barrios de la periferia en Chicago.


Comidas para ancianos en Mississippi

Nuestra misión en Camden, Mississippi, sirve una comunidad de ancianos que pasan lo que deben ser sus “años dorados” en la pobreza. En nuestra misión encuentran comida y compañerismo. El padre Guy y otros sacerdotes y Hermanos Siervos Misioneros ampliaron recientemente la alacena para servir comidas calientes a más hombres y mujeres ancianos, pero la necesidad es aún mayor que los esfuerzos.

Usted puede ayudar a que más ancianos y ancianas reciban una comida caliente.


Comparta una comida; comparta esperanza.

Su donativo le da a Misiones Trinitarias una oportunidad de llevar la compasión de Cristo a los más desatendidos de sus hermanos y hermanas. Juntos podemos salvar vidas, una comida a la vez.

• $50 alimentará a 100 personas

• $75 alimentará a 150 personas

• $100 alimentará a 200 personas

• $250 alimentará a 500 personas

• $500 alimentará a 1,000 personas